El pasado 14 de junio, el EcoHUB de Cabrera de Mar abrió sus puertas al Rotary Green Meeting Maresme, una jornada centrada en la sostenibilidad del territorio. A través de ponencias, mesas de debate y actos de reconocimiento, el encuentro puso de manifiesto el compromiso del Maresme con los retos climáticos, destacando iniciativas locales y enfoques colaborativos orientados a la acción concreta.
A lo largo del día, el espacio reunió a expertos del ámbito científico, técnico y empresarial, además de representantes de administraciones y del tejido social del territorio. El evento, impulsado por el Comité de Medio Ambiente de Rotary, el Distrito 2202 y los clubes de Mataró, Santa Susanna, Vilassar, Santa Coloma, Badalona y Horizon Talamantes, encontró en el EcoHUB el entorno natural para un debate serio, necesario y transformador. Porque hablar de sostenibilidad en un centro especializado en bioconstrucción, paisajismo regenerativo y soluciones ambientales no es solo coherente: es inspirador.
Uno de los puntos de fricción —y de oportunidad— fue el papel de la infraestructura ferroviaria en la configuración del litoral. El geólogo Joan Manuel Vilaplana, director del Observatori del GeoRisc, fue claro: la línea R1 de Cercanías representa hoy un riesgo. No por lo que fue, sino por lo que ya no es: una solución estable. La regresión costera y los temporales han puesto en jaque su continuidad. De ahí que se recupere el planteamiento de trasladarla al interior, como ya propuso el Pla de Mobilitat de 2010. No se trata de nostalgia, sino de seguridad, sostenibilidad y visión estratégica.
En paralelo, el debate sobre el agua trajo a escena a Daniel Meroño, gerente de la Agència Catalana de l’Aigua. Sus palabras fueron un baño de realidad: aunque las reservas estén al 83%, no hay margen para el conformismo. La sequía no es un episodio, es un nuevo marco. Por eso, explicó, la ACA mantiene firme su hoja de ruta para reordenar el ciclo hídrico con proyectos de prevención, reutilización y eficiencia. Una visión compartida por Marc Oliva, CEO de Auma, que subrayó la necesidad de coherencia a largo plazo en la planificación hídrica.
Anna Sanitjas, ingeniera forestal, recordó que no habrá transición ecológica si los bosques siguen en segundo plano. La prevención de incendios, explicó, no es solo una cuestión de medios de extinción, sino de gestión del paisaje, de gobernanza y de visión a largo plazo. Joan March, CEO de Insumo Sustainability Consulting, aportó un marco clave para interpretar el momento actual: los límites planetarios. Frente a una crisis múltiple —climática, energética, social—, sus palabras resonaron como advertencia y aliento. No basta con hacer lo mismo mejor; hay que hacer cosas diferentes.
Iniciativas que ya están transformando
La jornada no se quedó en diagnósticos. También fue escaparate de soluciones reales. Daniel Guzman, ingeniero industrial en Verdtical Urban Biotechnology, mostró cómo la bioconstrucción, el diseño con vegetación y los sistemas pasivos pueden convertirse en aliados del clima urbano. Su intervención ligó la innovación técnica con el bienestar de las personas y la regeneración del entorno.
Vidal Madrià, desde la startup Greytank, cerró el bloque empresarial con una propuesta sencilla y potente: reutilizar el agua en casa. Con ejemplos concretos, mostró cómo la tecnología no solo sirve a grandes infraestructuras, sino que puede ser accesible, eficiente y cercana a la ciudadanía.
Educación, reconocimientos y compromiso
En este paisaje de ideas también hubo espacio para agradecer y reconocer. El Premio Educación Verde se entregó al proyecto Aula Natura de la Escola Vedruna de Malgrat, una iniciativa que une pedagogía y naturaleza desde la raíz. También se distinguió a Núria García, presidenta del Rotary Santa Susanna, por su trabajo en la protección de quirópteros, y se otorgaron distintivos Green Paul Harris a diversas trayectorias destacadas en el ámbito ambiental.
La participación del alcalde de Cabrera de Mar, Òscar Fernández, reforzó el mensaje que sobrevoló toda la jornada: cuando los ayuntamientos, las empresas, las entidades y los ciudadanos trabajan en la misma dirección, el territorio responde. Y el EcoHUB, en ese sentido, se consolidó como espacio estratégico para pensar, proponer y materializar la transición ecológica desde el Maresme.
Un cierre, un inicio
El Rotary Green Meeting Maresme no fue un acto aislado, ni una jornada cerrada en sí misma. Fue, más bien, el reflejo de un momento: el de una sociedad que empieza a entender que la sostenibilidad no es un discurso, sino una herramienta de planificación, de gestión y de justicia territorial.